*
atónita en
la mañana
la última
luz del verano resiste
entre los
verdes tostándose de abril
tal vez el
silencio de un gorrión
que vuela a
ras del piso
tal vez el
extrañamiento de una mariposa
anticipando su muerte en la pared
de glicina,
tibia aún
tal vez la
estupidez amarilla y cotidiana
tal vez yo
tal vez mi
voz.
*