viernes, 29 de mayo de 2009

Tanka VII


La espuma del mar
acaricia tu playa
que vibra en sol.
Pequeño gorrión de luz
no te vayas aún.


pintura* Hibiscus and Sparrow- Katsushika Hokusai




miércoles, 27 de mayo de 2009

Ana, Lila y el espejo (cuentos de Lila, XII)



Agradezco a mi amiga Lunaazul por su intertexto, sin él Lila no hubiera recuperado el recuerdo.


A las nueve horas de una mañana naranja, Lila cerró la puerta de su casa y, bolso cruzado en bandolera, caminó hacia la parada del colectivo sin detenerse en ella. El aire fresco le desenredaba el insomnio y los extraños sueños de una noche casi sin sueño.
Lila caminaba hacia la playa, llamada por un recuerdo aún no recordado.
Recorrió las veinte cuadras casi elevada del piso, vacía de mundo. Su paso se aceleraba a la par de su corazón; debía llegar. Cruzó la ancha y plateada avenida costanera, abandonada a esa hora, y bajó a la playa pública.En las escaleras se sacó las sandalias y evitó el espigón de piedras; hundió sus pies en la arena fría. Miró el mar, escuchó al sol que se desnudaba en la orilla y avanzó hacia el aroma de los jazmines que el agua dejaba en las rocas y en sus dedos descalzos. Por el borde canela de la playa revoloteaban pequeños pájaros, que siguieron su paseo flameándole la falda de batik azul. Una ola extranjera estalló en la playa y con la ola estalló el recuerdo.
Cómo te llamás?Lila, y vos?Ana. Y la risa les vino a la boca.Querés jugar, Lila?Y jugaron, la pequeña Ana de cara lunar y la pequeña Lila de perfume a magnolia, en un patio ajedrezado. Con una tiza de aire dibujaron la rayuela: una mariposa en la estación Tierra, un pájaro de Omán en la estación Cielo.Comieron las niñas manzanas de caramelo y canela, besaron espejos y bailaron al viento sus futuros de libros no leídos y hombres sin rostro.
Los ojos de Lila tejieron un hilo hasta sus pies. Se sentó en la arena y puso entre sus manos un caracol del color del espliego que parecía mirarla. Lo llevó a su oído y escuchó la voz feliz de una mujer llamando a su perro desde el otro lado del mar. Entonces Lila llevó el caracol de su oído a su boca y sopló en él pensamientospalabras. Se incorporó, lo sentó en una pequeña ola, tal vez cola de sirena, y lo miró alejarse. Empezó a cantar el viento; su Salalah! le despeinaba el pelo y la arena. Caminó por la red de jazmines y agua de sal hasta el espigón de piedras. Se detuvo a dar una última mirada al mar. Giró e inició su vuelta a la ciudad, con el recuerdo recuperado.




La mujer la miraba, sentada en una roca que daba al este, a diez pasos de la orilla enredada.Lila no se detuvo, pero al pasar a su lado el corazón se le apretó un poco, y se sintió como atravesando un espejo.*


fotos* Berenika


lunes, 25 de mayo de 2009

Las seis palabras


Cuando el cine abrió por primera vez sus puertas, la señorita Amanda cerró sus libros de literatura, vistió su vestido de margaritas, se perfumó de verbenas, y sombreó sus rasgos con las alas de su sombrero. Compró su entrada, entró y se sentó cuidadosa, maravillada, a iniciar su viaje por las palabras de la imagen. No sabía aún que su vida iría detrás de su destino. El amor la miraba desde dos butacas al costado, y pronto encendería una estrella en su sexo.

foto* Berenika


Celes me dejó tarea: Seis palabras para armar un texto: vida, amor, literatura, sexo, cine, viaje.
Después de publicado, debo dejarle las palabras a seis amigos, para que ellos hagan lo propio.
Yo se las dejaré a Mercedes, Gloria, Juanse,(* (Luna de papel), Guille y Sereno de los Faros.

Transgrediendo las reglas, le dejaré las seis palabras a dos amigas más: Nunú y Carla.



sábado, 23 de mayo de 2009

Insomnio (cuentos de Lila XI )


A las tres horas de una madrugada de añil, Lila, estirada en su sillón miraba la nada. El libro que había estado leyendo dormía sobre sus piernas, acariciado por una mano inconsciente. Lila pensaba, trataba de recordar, cómo era el amor. Por más que se esforzaba, no lograba ver la cara del hombre al que había amado. Sus recuerdos eran nubes que se abrían en el viento. Intentaba ver un hombre, pero veía copas de árboles agitándose al viento, patios sombreados, calles terrosas y una planta de gardenias fulgurantes. Lila dejó caer el libro contra el sillón. Quiso llorar y no pudo.
Desde su capullo insomne, escuchó voces infantiles que corrían por el pasto a la par de la ciudad que empezaba a bostezar, allá afuera.
Lila cerró los ojos pero no vio el amor. En su lugar vio dos niñas jugando rayuela, una tenía un suéter de lana verde, la otra tenía una cara redonda y lunar.
Lila reabrió los ojos, y se levantó del sillón en el justo momento en que el cielo mudaba en rosa.
A ciertos personajes no les está permitido amar.


foto* Berenika


jueves, 21 de mayo de 2009

El crisantemo


mi mañana de niebla
con su tristeza goteando en el alero
despejó su cielo
cuando
mi vecina Tsou Lin
me regaló
un crisantemo
rojo







foto* Celes



lunes, 18 de mayo de 2009

Paréntesis lunar



Mientras preparaba el desayuno, giró la cabeza y echó una mirada al almanaque casi escondido en la alacena. Vió el detalle de los cuartos lunares dibujados al principio y final del mes. Primero le pareció un hecho simpático, hasta gracioso. Dos mediaslunas encerrando números. Y entonces comprendió la causa de su desasosiego. Sus días estaban transcurriendo entre paréntesis.


foto* Celes

Arte poética- (Mario Benedetti)



Hasta siempre, Mario

Que golpee y golpee
hasta que nadie
pueda ya hacerse el sordo
que golpee y golpee
hasta que el poeta
sepa
o por lo menos crea
que es a él
a quien lo llaman.


*Mario Benedetti-1.920-2.009


sábado, 16 de mayo de 2009

·······················································



es día de lluvia
es día de llanto
las palabras se mojan
se desarman
se pierden
el dolor se seca
se arma
me encuentra

es
día
de

•l
••l
•••u
••••v
•••••i
••••••a
es
día
de

l•
l••
a•••
n••••
t••••••
o•••••••



Pintura* Gao Xingjiang-tinta china sobre papel de arroz


miércoles, 13 de mayo de 2009

Mi patio (nuevamente)


pronto volveré a mi patio
mi patio amarillo gastado
gastado de ruedas de infancia
de infancia siempre presente
presente en el jazmín y el limón
en el limón y las violetas
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pronto volveré a mi patio
a encontrar la magnolia y el lucero,
las calandrias y el clavel del aire,
las tardes de verano con mi madre en la sombra,
las tardes de invierno con mi padre en la luz,
y a mi hermano pequeño trepado a su árbol.
*
************************************************************************************

pronto volveré a mi patio
mi patio de tristeza y alegría
de alegría de verte llegar
llegar en el tren de la tarde
de la tarde del otoño dichoso
dichoso de primaverales bocas
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y tal vez encuentre
mis mariposas
tal vez
sólo
tal vez
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pintura* Ryotaro Endo- Quadriptyc





domingo, 10 de mayo de 2009

Tanka VI


En la oscuridad
yo buscaré mis luces,
desde el silencio
intentaré escucharme.
Alto viento del alba.


pintura *Heaven Lake (tinta sobre papel)- Giu Guosong


jueves, 7 de mayo de 2009

En la playa (cuentos de Lila X)



El despertador sonó a la misma hora de todas las mañanas, implacable. Mientras mi casa se levantaba,yo decidía que hoy ya no podía dejarlo pasar. Hacía días que quería ir a la playa, Temprano, antes del trabajo, pero siempre algo se cruzaba en medio de mi deseo y mi destino.
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Todos se fueron, apagué la radio, hoy no quiero noticias. Cambio radio por cd, Nina empezó a cantar. Abrí todas las ventanas, ordené rápidamente los cuartos, mañana será la boda, hoy estas horas serán para mí. Tomé mi último mate con cascaritas de limón y preparé mi bolso: cuaderno- anteojos- libro- celular...? no, no llevaré teléfono.
Salí de casa, ya el pasillo verde me dijo que en la vereda me esperaba una mañana espléndida de fresco y de sol. Caminé por la avenida las cuatro cuadras hasta la próxima transversal. En la esquina saludé a mi amigo Nico que regaba las plantas de su vivero. Tomé hacia la izquierda, (demasias¡da gente para mi gusto en la mañana de hoy), caminé dos cuadras y torcí a la derecha. Cuatro cuadras más y doblé a la izquierda, atravesando la plaza en diagonal y luego, al cruzar la plaza, retomé mi rumbo a la derecha apurando el camino.
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Es hermosa mi ciudad, es hermoso mi barrio apartado del centro, barrio de casas bajas, blancas, con sus frentes de piedras; de calles anchas por donde corre libre el viento del mar agitando las hojas de los álamos y los plátanos de las veredas. Y hoy, sin ser aún las diez de la mañana, respiro la energía que empieza a golpearme desde el este al que me acerco. Miro al cielo, empiezan a cruzarse en vuelo palomas, gorriones y gaviotas.
Y ya lo escucho. Y ya lo veo.
Estoy en la calle costanera; a la derecha, ni lejos ni cerca, la ciudad, espléndida sobre el acantilado verde. A la izquierda, doscientos kilómetros de olas al norte, mi amigo Rel. Cruzo la avenida, anchísima y casi sin tránsito. Bajo por la escalera a la playa pública. Más de cien metros de escalones de cemento me separan del mundo. Camino por el espigón de piedras. Sólo hay un hombre pescando. Me siento en una roca que mira al noreste, donde el viento hace ovejitas de nubes y sirenitas de mar mientras vuela el pañuelo azul turquesa de mi cuello; y cuando el sol brilla las olas que tengo aquí nomás, a diez pasos de rocas y arena, empiezan a brillar también mi alma y mi cuerpo.
Algunos pasos circulan el espigón. Son gentes que vienen a pescar. Miro de frente al este. No hay más que mar. Vuelvo mi vista a la playa y la detengo en una mujer que camina por la arena. Se acerca a la espuma blanca, casi de red; deja que la red le atrape los pies descalzos. Tiene una falda batik azul que el viento flamea. Sigue caminando por la orilla y cruza frente a mí, en estos diez pasos de rocas y arena. Está de espaldas, y no puedo dejar de mirarla. Lleva un morral cruzado en bandolera. La conozco...será? Pero qué hace ella aquí, en la playa?
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El viento golpea cada vez con más fuerza, el mar comienza a agitarse. Ya es casi mediodía y la playa huele a jazmines.
La mujer gira y me ve, pero no se detiene. Es ella. Es Lila.



foto* Berenika


martes, 5 de mayo de 2009

Tarde de mayo



En este día fueron al mar.
Como antes, como hacía tiempo.
No hubo pasadosfuturos ni futurospasados, sólo sus oídos y los ojos del mar; y la luna en el este a las tres de la tarde.




pintura* Bathing woman- Joan Miró



sábado, 2 de mayo de 2009

Aliteradamuerte



Un ramo rojo corre con la corriente del río que rueda entre guijarros. El ramo, al correr, empalidece los pájaros, presas de sus propios trinos. Trepidan truenos entre las piedras que entrechocan en el rápido río.
Pequeños pies de niños saltan los saltos entre las piedras húmedas de hojas ajadas, caídas de los árboles y arbustos brotando en los bordes, abriendo brillos entre la bruma abrazada de sol.
El ramo se rompe en la corriente, dejó el rojo en el río, se abre y se abriga entre las piedras.
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Los niños que jugaban escondidos entre las piedras de la orilla encontraron su cuerpo desgajado, se arrodillaron, la miraron, y quedaron mudos de sorpresa y de pánico.



foto *Celes- www.espejoatraves.blogspot.com